Dice que quiere delegar pero no larga nada, comentan los hijos.

Pretende hacerse cargo pero no está preparado, explican los padres.

Los desacuerdos entre lo que los padres están dispuestos a ceder y lo que los hijos quieren tomar caracterizan toda una etapa necesaria en la empresa familiar. Aunque es esencial para desarrollar el futuro liderazgo, no es raro que las cosas se pongan difíciles y que no haya verdadero progreso.

Después del shock inicial de la cuarentena se empezaron a acelerar procesos que el fundador de una pyme siempre tiene que transitar. Y aunque lo más común era que postergara esos pasos, hoy vemos que aumentó notoriamente la permeabilidad de los padres ya sea para delegar de verdad en los hijos o para que, directamente, tomen el control de la empresa.

Esto se da por tres razones:

1. Restricciones para que el fundador vaya a la empresa
2. Nuevos temores
3. Digitalización

Restricciones para que el fundador vaya a la empresa

A mi me han llamado empresarios que me dicen: Martin estoy muy bien en mi casa, no quiero volver a trabajar. Le encontraron el gustito. Descubrieron una vida que de otra manera ni la hubieran intentado.

Hay otro tipo de empresarios que quieren seguir liderando la empresa, pero como están en el grupo de riesgo y no pueden ir, empezaron a darse cuenta de que ir menos o trabajar desde casa no solo se puede sino que además tiene ventajas y les gusta. Esto antes era impensado para un fundador que sigue al frente de la empresa. Lo cierto es que son muchos los empresarios que están pensando en tomarse el trabajo de una manera distinta.

Nuevos temores

Muchas veces los empresarios se sienten Superman. En conversaciones con empresarios de más de 60 o 70 años me suele pasar que al preguntarles cómo están de salud me respondan que están perfectos.  Pero cuando profundizo un poco y les pregunto: Tuviste algún problema de salud en los dos últimos años?, me empiezan a hablar de cáncer, diabetes, hipertensión y otras cosas.

El coronavirus les ha generado nuevos temores y una conciencia de vulnerabilidad. Les ha hecho pensar, por ejemplo: y si a mi me pasa algo? Y esta pregunta los enfrenta con el hecho de que hoy no tienen la empresa delegada en los hijos. Por lo cual desde el punto en que están parados hoy les sería muy difícil para ellos manejarla.

Digitalización

Y la tercera causa de mayor permeabilidad, es que en todos los negocios, absolutamente todos, no importa cual, está incidiendo la digitalización. Ya sea con los clientes, con los empleados, con los proveedores, en los procesos productivos, la logística … El giro hacia lo digital es imperioso y sin duda son las generaciones más jóvenes las que se sienten más a gusto, tienen más manejo y son más dúctiles.  En la interacción con la tecnología digital es una de esas pocas situaciones en que el empresario que maneja una empresa diga: De esto no se, y le tenga que preguntar a alguien en la empresa o al hijo.

¿Pero qué les pasa a los hijos con estos cambios? Los hijos también se enfrentan con el temor de qué sucedería si le pasara algo al padre cuando todavía no están manejando la empresa.

En el último mes y medio me están llamando los hijos diciéndome cosas como: Mi viejo está en la casa, Él está manejando todo desde allá, Nosotros estamos manejando el día a día de la empresa, Quiero aprovechar. Están entusiasmados y sienten que este es su momento.  Estoy empezando a ver que los hijos están más embalados que nunca.

La cuarentena y las derivaciones de la pandemia han provocado una aceleración nunca vista en el traspaso generacional con mucha mayor permeabilidad de la generación mayor. El interrogante es cuánto esto se va a mantener? Lo que sabemos es que aunque lo que se haya avanzado sea mínimo no hay vuelta atrás. Dentro de todas las consecuencias negativas que el coronavirus tiene en las empresas, este es un paso positivo que no hay que dejar pasar.

Escrito por Martín Quirós para el medio RPNEWS http://www.rpnews.com.ar/empresa-familiar-que-cambio-con-el-coronavirus/