Al definir las funciones principales del negocio se puede determinar con mayor facilidad las cifras de entrada -recursos- y de salida -resultados- de cada una para medir su rendimiento.
Delegar significa tiempo y dinero. Nuestra metodología de delegación de funciones con objetivos medibles permite que se produzcan resultados en el negocio sin que el empresario tenga que intervenir ni enterarse de las idas y vueltas tal como si la función estuviera tercerizada. Objetivos y medición, son clave para la delegación de funciones.
Como se trata de una metodología con tan buenos resultados para las empresas medianas los empleados se alinean rápidamente a los objetivos del negocio.